El Conflicto es el motor del cambio

viernes

MISCELANEA

                                                    EL DOLLAR



Es poca conocida la leyenda que relaciona el  símbolo del dólar ($) y el escudo de España. Como todos sabréis el actual escudo de España está delimitado por las famosas columnas de Hércules Pues bien, en las antiguas monedas españolas, aparecían estas columnas unidas por una ondulante banderola enroscada a ellas, en donde podía leerse la frase “non plus ultra” (no hay más allá) en clara alusión a lo que  para ellos en aquel momento suponía el fin del mundo. Irónicamente fue EEUU donde se recogió este símbolo dando mayor importancia a la bandera que terminó convirtiéndose en una S, cruzada perpendicularmente por dos líneas que representan  las columnas de Hércules (I I.)


                                                                      Mi nombre no me define.

martes

CIENCIA Y FICCION


                                     TUNGUSKA


En esta ocasión viajamos hasta el corazón de Siberia, en el distrito autónomo de Evenkia, a comienzos del siglo XX, más concretamente en las primera horas de la mañana del día 30 de Junio de 1908, los habitantes de esta región cercana al río Podkamenaya Tunguska, fueron testigos de dos o tres explosiones consecutivas, viendo como una bola de fuego se partía en mil pedazos en el cielo con una fuerza tan descomunal que arrasó un área de más de 2000 Km cuadrados  arrancado literalmente del suelo cerca de 60 millones de árboles, así como las casas y todo aquello que se encontrará en dicho perímetro.
Aquella explosión parecía el remate a un extraño conjunto de sucesos atmosféricos que se registraron en el verano de 1908 en Europa.
En un principio se creyó originada por un objeto celeste y aunque sorprendentemente no dejó cráter ni marcas en el suelo  seguramente porque se desintegró al contacto con la atmósfera terrestre, estudios realizados en comparación con el área de terreno afectada por la explosión nos dan datos aproximados de la colosal potencia de la misma que se calcula en unos 12,5 a 15 megatones; para hacernos una idea, unas mil quinientas veces más potencia que la bomba que asoló Hiroshima.
La explosión fue detectada por numerosas estaciones sismo gráficas europeas por lo cual no existe duda actualmente sobre la existencia real del hecho, sin embargo las teorías acerca de cuál fue el origen de la explosión han sido tan numerosas como ambiguas. El principal problema surge al ver que los testigos presenciales del hecho, describieron la misma como un gigantesco hongo, lo que nos hace relacionarlo con la forma de una explosión atómica. La existencia de radioactividad se confirma al ver que se produjeron malformaciones genéticas en las siguientes generaciones, tanto en humanos como en animales, y por si quedaba alguna duda se encontraron altos índices de radioactividad en el área afectada.
Pero no olvidemos que estamos hablando de 1908...
¿ Qué ocurrió en Tunguska? ¿Cuál es el origen de una explosión termonuclear en una época en la que el hombre aun no conocía los efectos devastadores de la misma, ni mucho menos como crear un arma nuclear?
El suceso no se investigó seriamente hasta los años 20 del siglo pasado. Las primeras teorías realizadas por científicos soviéticos, no dudaron en establecer la entrada de un meteorito, o un cometa, como causa del suceso, sin embargo parecía  una respuesta demasiado simple que dejaba muchas interrogantes en el aire.
En  años sesenta se habló de la posibilidad de que lo que ocurrió en Evenkia fuese producido por un fragmento de antimateria, e incluso de que hubiese entrado un minúsculo agujero negro que atravesara la Tierra produciendo tal devastación, y sin dejar rastro.
Pero seguramente la más singular, y menos rigurosa de todas, atribuía el suceso a la explosión de un platillo volante lógicamente de carácter extraterrestre. Aunque poco científica si que consiguió dar publicidad a este extraordinario suceso entre los amantes de los fenómenos ufológicos.
Parece que aún no se ha conseguido demostrar que ocurrió el 30 de Junio de 1908 en la taiga siberiana, la teoría más próxima y que mejor responde a todas las dudas que plantea el suceso de Tunguska pude ser la dada por los científicos  Nevski y Balklava. Según sus investigaciones la causa de la explosión fue la entrada de un meteorito que atravesó la atmósfera, y no dejó rastro del mismo debido a que al contactar a alta velocidad con la atmósfera el rocé produjo que el meteorito fuese  perdiendo partículas y por lo tanto se cargara positivamente produciendo una diferencia de potencial que libera la energía en forma de rayo. Ese mismo rayo sería el que destruyera el resto del meteorito que no hubiese sido desintegrado por la fricción al atravesar la atmósfera terrestre.
A la pregunta de por qué se ha encontrado una alta carga radioactiva en la zona afectada, ratificada por  las consecuencias en seres vivos propias de  una explosión termonuclear, la respuesta según los científicos rusos podría ser causa de la síntesis nuclear del deuterio, mientras que la devastación hubiese sido producida por una brutal atracción electroestática, consecuencia de la inducción por el meteorito con carga positiva de cargas negativas en todo aquello que estuviera dentro del campo magnético.
Aunque algo compleja, y quizá extraída “ad hoc” para responder al mayor número de incógnitas que produce el suceso de Tunguska, parece la más acertada, sin embargo no ha calado del todo en la comunidad científica que lejos de olvidar el hecho ha vuelto a la primera pagina de actualidad por la curiosa tesis de Vladimir Shaidurov que intenta demostrar que el recalentamiento de la Tierra  será debido en contra de lo que pensamos no a las incontroladas emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera ni a la quema de combustibles fósiles sino a la explosión  que se produjo en Tunguska en el año 1908 cuyos efectos fueran la causa del cambio de estructura en las altas capas de la atmósfera, con la consecuente subida paulatina de temperaturas  en todo el globo.
Es evidente que hay teorías para todos los gustos, algunas más acertadas que otras, lo único que podemos tener claro es que lo que ocurrió al oeste del lago Baikal en el verano de 1908 fue un suceso natural extraordinario, del que aun no se ha dicho la última palabra.

                                                                                  Mi nombre no me define.


CIVILIZACIONES PERDIDAS


                                                        EL PAIS DE HATTI

El país de Hatti como comúnmente se conoce al territorio donde habitaron los hititas, se extiende por las escarpadas regiones del norte de la península de Anatolia albergando en su interior a uno de los pueblos más poderosos de Asia Menor en la Antigüedad, y que a pesar de las recientes investigaciones arqueológicas ha permanecido en el olvido de la Historia frente a sus vecinos y enemigos contemporáneos, Egipto y Babilonia.
Sirva este monográfico para recordar uno de los pueblos indoeuropeos más poderosos de la  Historia Antigua.
 Según la leyenda, puesto que tenemos pocos datos históricos fehacientes, el mítico rey Anitta, unificó bajo su mando  las tribus hititas sobre el siglo XIX a. C.
Los primeros monarcas que fundaron lo que se conoce como el viejo reino hitita que aparece con el primer gran rey Hatussil, que tomo el seudónimo de Labarna, aducían  ser descendientes directos del señor de Kussara.
La realidad, como dijimos antes, es que poseemos aun poca información sobre el momento en que este  pueblo de origen indoeuropeo se convirtió en el dominador del territorio, doblegando a las diferentes tribus que poblaban el mismo, por lo que los historiadores han dividido su historia en tres etapas; la primera el Viejo Reino hitita comienza en el siglo XVII a. C cuando su líder el rey Labarna traspasó la capital del país a Hatussa, localizada en la aldea de Boghazköy (actual Turquía) seguramente por razones defensivas debido a que en este nuevo emplazamiento se beneficiaba  de las defensas naturales que proporcionaba la orografía del terreno, permitiéndole controlar las tierras  que le rodean.
Su afán expansionista  convirtió a los hititas en los dominadores del interior de la península, e incluso parece que pudieron llegar hasta las costas mediterráneas, sentando de este modo  las bases para posteriores conquistas.
Aunque lo que conocemos de este rey proviene de fuentes muy posteriores y algunos historiadores han querido ver en su figura una creación legendaria o artificial que legitimara la línea sucesoria, podemos asegurar que hasta el siglo XVI los hititas consiguieron invadir algunas ciudades sirias, llegando a su apogeo con el saqueo de la fastuosa Babilonia a manos de Mursil I en el siglo XVI.
Parece que el último rey de este periodo que podemos destacar es Telipinu, no sólo porque supone la primera fuente histórica escrita de la dinastía de reyes hititas, sino porque además codificó leyes en las que se demuestra en contra de las crónicas de algunos sus enemigos que les tachan de un pueblo incivilizado y extremadamente cruel,  que sin desmerecer la fama de los guerreros hititas conocidas por su valentía y en ocasiones por su brutalidad, ciertamente eran un pueblo mucho más justo y menos cruel que la mayoría de sus vecinos “civilizados”. Para muestra de ello la generalidad de las infracciones no se castigaban con la pena de muerte o la mutilación, sino que debía abonarse una compensación que en la mayoría de las ocasiones se reflejaba en una multa pecuniaria. Una legislación asombrosamente alejada de la ley de Talión, y más próxima a nuestros sistemas penales para un código, no lo olvidemos, promulgado en el siglo XVI a. C.
Pero parece que cuando se extingue el siglo los hititas comienzan una época de decadencia en lo que denominamos Reino Hitita medio dominado por las crisis internas de poder, y la debilidad militar que demostró en ocasiones ante enemigos próximos como los temibles kaskas (gashgas) del norte, y al apogeo militar del reino perdido de Mittani que extiende sus dominios al interior de la península de Anatolia y las conquistas del faraón Tutmosis III.
Sin embargo poco duró esta etapa de  relativa decadencia a pesar de no lograr sofocar a sus enemigos del Norte, pues el país de Hatti en manos del rey Subiluliuma consigue reverdecer las glorias militares del pasado y aumentarlas hasta cotas inimaginables, ayudado en parte por la utilización del hierro ( se cree que pudo ser uno de los primeros pueblos en utilizar este material con fines bélicos y artísticos), y por la maestría de sus famosos carros ligeros de combate. Las tropas hititas expulsaron  y derrotaron al reino de Mittani, conquistaron la Siria ocupada por un Egipto debilitado por las crisis internas de poder producidas por el controvertido Akhenaton, e incluso se plantearon la conquista de la tierra de los faraones, algo que seguramente hubiese transformado el sino de la historia, aunque esta última proeza finalmente no se produjo.
Con Subiluliuma comienza el denominado Nuevo Reino Hitita (siglo XIV a. C) en el que predecesores en constante lucha con sus enemigos habituales, especialmente Egipto, pudieron mantener en cierta medida las conquistas que Subiluliuma había obtenido, situando al Imperio hitita como una de las principales potencias de la Antigüedad
Pese a todo, los continuos conflictos con Egipto por Siria, parecían no tener fin y debilitaban su economía, quizá consecuencia de ello, después de la  famosa batalla de Qadesh, (1296) entre el faraón egipcio Ramses II y el rey hitita Muwatalli, y que concluyó con un tratado de paz que lleva el mismo nombre; años después, se acordó una paz necesaria para ambos, que en contra de la opinión popular, basada en fuentes egipcias, no fué especialmente perjudicial para los interese hititas en Siria.
Sin embargo durante el siglo XI su poder  comenzó a desquebrajarse... la mala gestión sobre un territorio inmenso, y los ataques de frigios y kaskas a los que nunca habían conseguido someter, unido probablemente a las invasiones de los denominados genéricamente pueblos del mar, supusieron el fin del País de Hatti, desapareciendo en multitud de pequeñas ciudades estado, recuerdo de lo que antaño el pueblo hitita había logrado pasando de ser un pequeño país en el centro de la península de Anatolia a uno de los grandes Imperios de Asia Menor en la antigüedad.


                                                                                Mi nombre no me define.


sábado

TE DIJERON QUE FUE ASI...PERO FUE ASÍ



                LA HOGUERA DE LAS VANIDADES                         


 
La quema de libros ya sea por ignorancia política, intolerancia religiosa o cualquier otra estúpida causa siempre es un acto  bochornoso que envilece a toda la especie humana, pero si además hablamos de la destrucción de la mayor reserva de conocimiento del mundo antiguo, y las terribles consecuencias que para Occidente en particular, y para el mundo en general tuvo la perdida de la Biblioteca de Alejandría, creo que podemos asegurar sin exagerar que estamos ante uno de los hechos más trágicos de la historia de la humanidad.
Para que os hagáis una idea algunos historiadores consideran que la perdida del conocimiento que la Biblioteca albergaba, y de su centro de recopilación e investigación, pudo suponer un retraso de mil años de progreso.
Quizá esta visión es algo exagerada, pero merece la pena saber lo que se pudo perder y lo que debía albergar, e imaginar por un momento que hubiese ocurrido si no se producen los acontecimientos que la llevaron a su destrucción. No voy a entrar en detalles sobre lo que fue, y significó la Biblioteca de Alejandría puesto que se merece un reportaje más detallado en otra sección, simplemente a modo de recordatorio os diré que en su momento de mayor esplendor llegó a poseer más de 900. 000 volúmenes de las más variadas ciencias guardando la sabiduría de casi todos los rincones del mundo conocido, así como el primer centro de conocimiento del Planeta.
Ciertamente el primer edificio que sirvió de residencia para la biblioteca, dentro del famoso Museo del palacio Ptolemaico parece que se destruyó por el incendio ocasionado en la batalla cerca del puerto entre Roma y Egipto sobre el 48 a. C  que supuso un clima de caos y destrucción que invadió toda la ciudad.
Sin embargo si el fin del primer edificio de la Biblioteca alejandrina fue triste, aun peor es lo que ocurrió con el nuevo reasentamiento elegido, un antiguo templo erigido años antes en honor del Dios Serapis.
En el año 391 d. C el fanático patriarca de Alejandría Teofilo, enarbolando la bandera de la ignorancia y la intolerancia religiosa, arengó a una multitud de cristianos extremistas, analfabetos y supersticiosos, que difícilmente podían conocer lo que se cocía dentro de los muros de la biblioteca, con el fin de destruirla  en nombre del Dios.
En su particular cruzada contra “el paganismo”, levantó una enorme hoguera que avivó con cientos de libros, algunos de ellos obras de arte de la ciencia y la cultura griega y oriental, que se han perdido irremediablemente, y destruyó el Serapeo, izando sobre sus ruinas  un templo cristiano.
Debido a la multitud de obras que poseía en sus entrañas es lógico pensar que sus simpatizantes consiguieran proteger el mayor número de libros posibles de las llamas de la barbarie, e incluso ocultaran la tumba del Gran Alejandro que aún no ha podido ser encontrada.
 Hasta aquí la Historia tal y como se produjo. Ahora os relataremos una anécdota que con el paso de los años se ha convertido en la verdad incuestionable acerca de la causa que destruyó la Biblioteca Alejandrina :
Cuando las huestes del Califa Omar entran en la ciudad egipcia en el año 640, su comandante Amr ibn Al Ass, le habló de la famosa Biblioteca y  cuenta la leyenda, en otra demostración más de ignorancia que el Califa Omar mandó quemar aquellos libros puesto que todo lo que no contiene las reglas establecidas en el Coran no son necesarios.
Esta anécdota, que bien pudo ser cierta, aunque no posee demasiado rigor histórico, puesto que aparece por primera vez seis o siete siglos después de que los árabes conquistaran Egipto, es lo que ha provocado que muchos siglos después de la destrucción de la Biblioteca de Alejandría siga acusándose a los árabes como los auténticos culpables
Ciertamente con los sucesos que acaecieron siglos después entre Europa y el mundo árabe, parecía una gran oportunidad de imponerles uno de los mayores errores históricos de la Humanidad.
Pero lo cierto es que si realmente se produjo esa conversación entre el Califa Omar y su comandante, poco debía quedar ya de la Biblioteca, quien sabe quizá algún reducto que consiguió salvarse de la quema, o alguna copia, que se hiciera de los originales.
Porque la realidad histórica es que cuando los árabes entran en Alejandría la segunda Biblioteca había desaparecido tres siglos antes a manos de otro intolerante religioso, pero en este caso cristiano.
No queremos con ello “santificar” a unos y condenar a otros por ser cristianos o musulmanes no debemos caer en el error en el que los seguidores extremistas de estas y otras religiones caen constantemente con las irreparables consecuencias que esto produce. Lo único que exigimos es la revisión de la Historia para dar a cada cual lo que se merece, y para impedir que la intolerancia religiosa  vuelva a apropiarse de la Ciencia y el Conocimiento, materias objetivas, que nunca pueden ser juzgadas por las limitaciones de una creencia puramente subjetiva.


                                                 
                                         Mi nombre no me define.    

viernes

MUJERES EN LA HISTORIA


LA MUJER DE CAO

 (S. IV d. C. aproximadamente)




Al norte de lo que hoy conocemos como Perú, en una tierra árida, desértica e inhóspita, creció entre los siglos I a VII d. C una civilización precolombina conocida con el nombre de la cultura mochica o moche.
Esta civilización que  ha demostrado tener un alto nivel científico y tecnológico para su tiempo, como lo demuestra sus avanzados conocimientos en ramas como la ingeniería hidráulica  o en el  tratamiento de metales, es principalmente conocida como una civilización guerrera.
Conforme fue desenvolviéndose, su estructura socio-política se dividió en diferentes estratos sociales donde una elite religioso-política controlaba los destinos de su pueblo.
Dentro de esa elite religiosa sabíamos que existían mujeres con el rango de sacerdotisas que tenían un cierto poder, pero hasta hace poco nunca pudimos imaginar la sorpresa que se escondía tras los muros de una pirámide funeraria de más de 1600 años de antigüedad en  las huacas del brujo, a la orilla del río Chicama.
En su interior se encontró un fardo funerario con todos los honores con los que los moches enterraban a sus gobernantes. Pero no se trataba en este caso de un hombre, sino de una mujer, una mujer que debió gobernar los designios de la civilización mochica sobre el siglo IV de nuestra era.
Hablamos de la que hasta la fecha, es la gobernanta más antigua de todo Sudamérica, hablamos de la mujer de Cao.
La momia de la mujer de Cao corresponde a una joven de 25 años, con sus extremidades adornadas de tatuajes que simbolizan su poder espiritual. En el interior del sepulcro se encontraron todo tipo de joyas propias de un gran gobernante, y en tal cantidad que supera incluso, el que hasta el momento había sido el mayor hallazgo de un túmulo funerario de esta civilización: el famoso señor de Sipan,  hallado en 1987.
Pero para mayor sorpresa, si cabe, se encontraron también armas que identifican que la Señora de Cao tuvo también una posición de poder o respeto dentro de la jerarquía militar, todo un logro en una cultura tan violenta como la moche.
Por lo tanto nos encontramos con una mujer que durante su corta existencia consiguió llegar hasta el rango más alto de poder político, religioso, y quizá militar de su civilización, abriendo el camino para que se produzcan nuevos hallazgos arqueológicos que demuestren que el papel de la mujer en la cultura mochica no fue ni mucho menos secundario, y quien sabe quizá si también en otras culturas sudamericanas...


                                                                                            Mi nombre no me define.